tag:blogger.com,1999:blog-40403276425427808212024-02-20T00:13:31.062-08:00Anthel BlauESCRIBO PARA FLUIR A CUALQUIER PARTE Y, AL LLEGAR, ME DETENGO PARA CONTARLO.Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.comBlogger42125tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-24158663873337922412012-10-15T11:41:00.004-07:002012-10-15T11:41:52.202-07:00EL HOMBRE BALA<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Un
Ícaro volador se va a lanzar en picado desde los extras nubarrones,
en las brisas irrespirables de la estratosfera. Está decidido a
fulminar todas la alturas de los trampolines de las piscinas; las
dejará a ras de alpargata de tela y de guarache de indio americano.</span></span></div>
<br />
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Allí
arriba, coronado su Everest de pico celestial, se lanzará al abismo
haciendo de bala de pistolero, destronando, a velocidad de cohete, al
mismísimo sonido. Será, durante unos minutos, el hombre supersónico
o el dios Mercurio mensajero; incluso, podrá ser un cartero marciano
que trae una carta urgente a la Tierra.</span></span></div>
<br />
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Pero
para que no acabe de mosquito aplastado, para que no finalice de
meteriorito que lame la tierra de un cráter, va a desplegar, antes
de su llegada del firmamento, un paracaídas. La llegada a la diana
planetaria sucederá por la vía romántica, meciéndose en el vaivén
de la brisa que mueve una falda y recibiendo el halago por superar al
miedica interior.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Así
es como llegará de ver las rositas del cielo de los ángeles, de los
querubines de alas de algodón que se mantienen sin caer, ni en
picado o en plancha, hasta el fondo de la humana barranca. Una vez
acabe la proeza el hombre bala volverá a meterse en una sala. Una
vez haya pulverizado las alturas dejará de ser el cartero marciano y
el Mercurio mensajero.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Aunque
siempre será un Ícaro y el más volador aventurero.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-75463498071212164632012-08-24T09:27:00.000-07:002012-08-24T09:27:11.910-07:00EL VERANO: HOY
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Hoy es un gran día.
Se parece a uno más de agosto, a día de verano, al mismo de todos
los años. El sol acumula el calor en todas partes, se mete hasta en
la sombra y la calienta sin el temporizador del microondas. Escribo
esto con un sombrero puesto, cobijado con sensaciones parecidas a las
de Walt Whitman.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Estoy sentado en una
balsa que tiene la forma de una isla. Está ahora detenida en el
charco tibio del Mediterráneo y lleva esculpido el nombre de
Mallorca. A esa zódiac, la acompañan unos veleros sin motor, con
velas infladas de viento. El velero Menorca es gracioso, ni se mueve
a pesar del aire que le sopla. Y el Ibiza, vive una fiesta sin
control. Sus marineros caminan sobre la borda haciendo piruetas y
riéndose del mar. Hay dos botes salvavidas atados a una cuerda de
esparto y que son arrastrados por la inercia. Son como cámaras de
rueda de tractor hinchadas a tope. Los de antes las llamaron
Formentera y a la otra Cabrera; además, hay un dragón que también
pulula a su lado. El fulano se hace llamar Dragonera. </span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Todos estamos
detenidos en la charca, chapoteando sin sandalias, esperando la noche
para dormir desnudos sobre el suelo caliente, en una playa, entre
unas rocas. Menos mal que esta tarde habrá diversión: ha
llegado la noticia de que viene Ausias March a recitar estrofas sobre
el amor. Dicen de él que no murió en un siglo pasado. Esta mañana
de Agosto han comentado que no fue así. Por eso es que es un gran
día.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><br />Este March, ahora resucitado, es un banquero de las letras.
Resulta que su lírica la acomoda a cualquier cosa que exprese. Es un
camaleón, una lagartija mutante. Voy a esperar al poeta del medievo
repasando algún canon provenzal, algún verso decasílabo. Con tanto
calor, pero amparado con el sombrero, estoy seguro que podré arañar
algún verso y documentarme antes de que llegue.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Así es que termino
diciendo a mi manera un desvarío, bajo el calor abrasador, esperado
a Ausias March; algo que él anotó un día de verano, quizás tal
día como hoy: “Reclamo a todos mis predecesores, cuál a sido el
amor que el corazón nos ha enamorado”.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">El
sol quema. El corazón arde, pero es un gran día en la balsa de la
isla de Mallorca.</span></span></div>
Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-30624957770262462142012-08-24T08:01:00.000-07:002012-08-24T08:01:05.242-07:00UNA DE OLIVOS<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><i>"El alma
prima arbolorum" era como denominaba Quinto Horacio al olivo. Un
poeta que deseaba la perfección absoluta, el no va más de la
culminación en la expresión.</i></span></span><br />
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Aquel hombre
antiguo de reflexión era hijo de un esclavo, de un don nadie, pero
resulta que entendía de olivos porque observaba en su aceituna el
totem de la excelencia.</i></span></span><br />
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Aún los siglos
continuan levantando estos arbustos retorcidos, troncos con recovecos
únicos. Siguen fascinando los olivos que, coronados con ramales,
braman al cielo su libertad, sudando por sus terminales la savia con
olivas diminutas.</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><i><div style="text-align: justify;">
<br />Son las
almas antiguas que toman cuerpo en bellas y arcanas formas para
observar el paisaje de la vida y, simplemente, moviendo sus pequeñas
hojas. Es el "arbolorum" que, igual que Horacio, siluetea
con perfección aquel sueño que anhela exprimir la aceituna de cada
instante, la que nos brota por las ramas de nuestro lado.</div>
</i><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-70132976253898158882012-07-18T11:48:00.000-07:002012-07-18T11:48:33.533-07:00EL BOSÓN<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Se
trataba de la "the goddman particle", la maldita partícula
complicada de hallar, difícil de arañar e imposible de acariciar,
por cuanto de rara tenía; y por ser una insólita minucia, una
irreverente, siempre se convirtió en la extravagante obsesión. </span></span>
</div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ahora,
la oveja negra ya no es tal, se ha vuelto la preferida y la más
interesante, la reina del carnaval. Por ello, la miga bonita,
inexplicablemente, ya tiene el título nobiliario de la Partícula de
Dios. El señor Higgs, se las vio y se las deseó para colocar en la
mesa del microscópio al escurridizo bosón, a la mota inconcreta tan
particularmente minúscula como su fuera un pelo de Dios. </span></span>
</div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La
triza, el horzuelo, o sea el bosón, en realidad es el apellido de un
físico y matemático de las tierra de Mahatma Gandhi que manoseaba
partículas con Alfred Einstein, el señor Satyendra Nath Bose. Con
el señor Higgs, la pizca endiosada, adquirió la virtud de ser
subatómica y, además, obtuvo el papel estelar de originar masas. La
masa pesada que se cuece en chup-chup por todo el universo.</span></span></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ahora,
yo amo a esta partícula en cuestión, no porque sea una uña de
Dios, sino porque soy un enamorado de las minucias. Quiero a esa
pequeña cosa que trasiega por los átomos y que planta la cara aquí
y que se desintegra seguidamente allí. De pronto, abre los ojazos y
después los desvía con mirada que te deja desorientado; además, me
fascina estar asombrado y en ascuas ante una chispita.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Sí,
quiero a la desconocida chispa, con sus pedazos desperdigados de un
tal Todo y que flotan como pompas de jabón en este gran lío de por
aquí, en este gran archivo comprimidito, apretujado y recompuesto,
colocado dentro del exhuberante cuerpo de la señorita materia.</span></span></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Meiryo, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Y
en todo esto, entre mi migaja de amores, me da que Dios se toma
varios cafés con leche en la esquina, mojando en el caldo de la taza
el escurridizo y perforado donuts de Higgs.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-50982090044997229332012-07-08T15:35:00.000-07:002012-07-08T15:43:09.092-07:00EL BOSQUE DEL ABECEDARIO<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="text-decoration: none;">“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">...cientos
de árboles contienen el aliento sobre tú cabeza...”.</span></span></span></span></span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span></div>
<br />
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="text-decoration: none;"><span style="font-weight: normal;">Ángel
González</span></span></span></span></span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Vivo en el bosque
del abecedario, entre sus árboles y los recitales de letras que en
él se componen. Me localizarás pasando el río al cruzar por el
segundo puente, el que está hecho de troncos. Doy estas indicaciones
para que me encuentres pues no recibo visitas. No me aburro por estar
solo ni la apatía va conmigo, tampoco padezco alguna extraña
soledad.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Pero deseo tener un
encuentro en mi bosque de letras, viendo tú imagen entre los
árboles. La petición de que vengas la escribo con la clara
intención de que estés aquí. Sólo te demando la silueta perfilada
o dibujada entre dos de los robles de enfrente. Incluso me conformo
con tú presencia en forma de bruma en la espesura de la arboleda.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Cuando llegues, te
enseñaré el arte del abecedario con la gloria de una "g"
y la intuición de una "i". Cuando las veas a ambas unidas
notarás el espíritu del bosque, el cual me visita desde hace años.
</i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Charlaremos y
hablaremos con devoción y hasta platicaremos con atención. Las tres
cosas a la vez porque son lo mismo. Esta es la manera que tengo aquí
de encadenar la libertad de la expresión, es mi forma de vivir con
las palabras todos los mismos instantes.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Cuando vengas
haremos un fuego con algunas letras y verás que por mucho que se
quemen siguen impecables. No se chamuscan aunque te empeñes en ello,
y hasta son muy calladas. No hay quejas. Lo descubrí con la hache
una noche de frío en que metí una de las mayúsculas en la hoguera
y ni una chispa saltó como espiga al viento, ni un quejido. Es una
letra silenciosa y cuando está como brasa, sigue muda. A la mañana
siguiente estaba igual: tiesa y apoyada en sus patas, como si nada.
Al resto de las letras les pasan cosas similares y todas siguen
lozanas y frescas después de una noche de quema.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Por mucho que veas
el lado gracioso, no te rias de mis artimañas porque no es un circo
lo que cuento. La situación es seria en el bosque, y más, desde que
tuve su espíritu sólo para mí. Vivir en el verdor del trazo de una
letra “v”, o en la máxima del tronco de una “m”, desprende
un enigma que hace que en las letrillas reaparezcan las formas del
misterio, y esta situación no es premeditada. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>No estoy en la
arboleda a cambio de darme el pego de impenetrable ni para estar por
encima del consumo sostenible y murmurar que soy más ecológico. Lo
que me pasó es que brinqué del cemento a una espesura sin señal de
satélite, sin tener ante mí el engendro de una propiedad. Así fue
como llegué a todas las combinaciones del alfabeto, haciendo que
rebotaran como pelotas de frontón entre los árboles del bosque del
abecedario. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Sin embargo, ser el
custodio de un bosquejo grafitero no siempre entraña bondades, pues
hace unos cuatro meses, en la tercera semana de abril, apareció un
tipo que dijo era el cobrador. Que a ver si pagaba mi estancia en el
bosque porque sino lo hacía la cosa iría a mayores. Me informó que
mi puesto peligraba y que mi terreno se podría disolver, arar y
talar, quedando como un indescifrable alifato árabe y reducido a una
jota. Pensé que estaba jodido, pero reaccioné de inmediato y me
lancé a solucionarlo. No deseaba que la selva arbolada finalmente se
conviertiera en un lugar donde se recordara mi estancia con tres
poemas en un tronco; no quería que mi experiencia quedara como el
cautiverio vivido entre unos frondosos árboles.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Incluso pensé que
hasta algún cantamañanas haría de todo ello una canción, triste y
melancólica, tatareando un "la la la" al hombre del bosque
del abecedario. Demasiada letra compungida para tanta caligrafía
enamorada, y con dos estrofas patéticas, languidecer mis arrebatos
de optimismo solitario. No deseé tener una canción por mucho acorde
en sostenido que llevara o con arpegios ronroneados a tres dedos.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Así que solventé
la deuda con un trueque de monedas por comas y los puntos. Hice
collares enganchándolos como si fueran perlas hasta que llené un
saco completo. Después vendí todas las gargantillas; las liquidé
en la orilla del río haciendo ofertas a los peces. A ellos les
encantan las comas y los puntitos, tanto desperdigados como en forma
de joyas, porque construyen juegos serpentinos moviéndo la cola y
pasando a ras, jugando como locos a zigzaguear. Pasan horas en
zarandeos en los que construyen sueños para sentirse unos delfines. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>De esta manera
mercadeé para conseguir la calderilla con la que aplacar al cobrador
y solventar el adeudo. Pero mantuve alejados de la reventa los puntos
de arriba y las comas de abajo, porque es lo que da aristocracia al
abecedario. Ofrecen, colocados como dos rebanadas, el contraluz de
una graciosa sensualidad; además, continúa con lo anterior. ¿Lo
ves?, no hace un corte de tijeras ni deja cicatriz; mira cómo lo
enlaza y cómo sigue el caminito siguiente. Esos puntos y comas
marcan el sendero que va a continuación, y en un bosque es
imprescindible tales señales. Pocos cuentos se habrían escrito sin
las señales puntualizadas y hechas con unas migas de pan, con las
que descubrir por dónde debía seguir escribiéndose la fábula.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Observarás las
cosas que se aprenden en el bosque marcando con las equis los atajos,
solventando imprevistos con las eles que caminan en fila india o
descansando sobre una “t”, convertida en taburete. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Es por ello que
deseo y te propongo que me visites. Para verte en lo tenue de una
bruma escrita y para sentirte en la improvisación de un escueto
abecé. Aquí es donde descubrirás con agrado las veintisiete y
estarás encantado de desabrochar de tu mente el corchete. Una vez
separado, podrás verlas por las ramas colgadas como si fueran ropas
de hilo lavadas en almidón. Y te aseguro que quedarás en éxtasis
cuando veas el espíritu que prolifera por doquier, desde cada raiz y
por cada una de sus hojas. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Te prometo que lo
descubrirás de inmediato, entre los átomos revoltosos de cada
garabato, y pegado a la letra con la que empieza eso que le llamas tú
nombre.</i></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><i> Anthel
Blau</i></span></span></span><br />
<br />
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
“<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">Nada
es lo mismo. </span></span></span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Habrá palabras nuevas
para la nueva historia </span></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">y es preciso
encontrarlas antes de que sea tarde”.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">Ángel
González (poeta)</span></span></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<br /></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 2.87cm;">
<br /></div>
<br />
<blockquote lang="es-ES" style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify; text-indent: 2.87cm;">
<br />
<br /></blockquote>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-45956689144649180922012-07-05T09:52:00.000-07:002012-07-05T11:44:27.970-07:00LOS DE ROJO<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Unos tipos de pueblo,
con la filigrana de una pelota y con el empeine, se han transformado
en la daga afilada que destroza al enemigo, rematándolo, además,
a muerte. Se han comido todas las redes a pelotazos, agujereándoles
el orgullo una a una. Con resistencia numantina han llegado al cenit aplacando
cada tempestad dejándola en un fuera de juego. Lo han hecho rodando y triangulando, con un fútbol
fresco y estratégico que resiste al negocio de los fichajes de
estrellas, esos luceros que se encienden con una mecha corta. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Así que ha triunfado
un equipo del barrio, uno que juega entre cuatro esquinas de una
calle y que rompe de un pelotazo el cristal de la vecina. Es el
del grupito rojo y sudoroso que no detiene nadie en el endemoniado
asunto del juego de la pelota; y además, con la obsesión geométrica en la
cabeza, el cuadrilátero, han alcanzado el grial de la pelota. </i></span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Y
entiendo su griterio, porque a veces he manoseado los manguitos de un
futbolín.</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-85059931281290597652012-06-21T15:25:00.000-07:002012-06-22T09:34:53.932-07:00ALGÚN A VECES<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Kartika, serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-family: Kartika, serif;"><span style="font-size: medium;">A
veces he pensado que ya no tengo más para anotar ni más que contar.
Que ya no dispongo de nacientes ideas, que he alcanzado el último
recodo de la inspiración, que se ha secado el laberinto construido
con términos y vocablos; sin embargo, a la mañana siguiente,
observo pasmado un resquicio de humedad. De nuevo supura un flujo por
el meollo del lenguaje, un brebaje que empapa el atolladero de la
jerga del verbo con una poderosa sensación: la de que soy inagotable
y de que dispongo de la energía de los paneles solares. Entonces, es
cuando de nuevo pienso que el jaleo de escribir no ha hecho más que
empezar.</span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Kartika, serif;"><span style="font-size: medium;">
</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-78939048291488797792012-06-19T11:43:00.000-07:002012-07-05T11:31:14.597-07:00LOS NÚMEROS<div style="text-align: justify;">
“<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>La búsqueda de la
verdad es una inquietud matemática”. </i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>El espíritu es una
ecuación casi resuelta y estoy pendiente del resultado; aunque,
siendo aún desconocido, me parece que ya está en alguna parte.
</i></span></span></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Existe una incógnita numérica que mueve todas las emociones,
siguiendo unos gráficos con procesos aleatorios y que, exprimiéndose uno a uno, hacen un jugo
con miles de resultados de intensidades altas o bajas. Ellos fluctuan, y con algún orden entregan sabores a cada sentimiento mientras
escanean recorridos a pasitos de enamorados o a zancadas de rabietas; finalmente, envían mensajes cifrados por routers codificados, y
después descodificados.</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Las sumas y las
restas, la multiplicaciones y las divisiones, ya están aprendidas en
los programas de educación, los cuales puntuan el pico del máximo
saber y al pico de la completa ignoracia, también le mantienen un
resultado de número. Igualmente, ya están todas las operaciones minuciosamente anotadas en los códigos de la herencia con sus variables
más probables. La numerología, da unos resultados muy precisos
bajo cualquier circunstancia con que se resuelve o se diluye una
situación. En todo, donde sea, siempre aparecen sus composiciones.</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Si lo anotado parece
una solemne locura, una suculenta incoherencia, es debido a un
cálculo de posibilidades y valoraciones. La composición milímétrica
de una teoría está pesada con gramos y marcada en un medidor donde
hay el mercurio de las creencias. Encriptadas en determinado abismo
neuronal, llenan o vacían de profundidad cualquier contenido. Todas
ellas son medibles y siempre están expuesta en la gran bienal de la
dualidad. Sólo hay que visitar la macro exposición, año tras año.</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Y no hay más,
finalmente siempre quedan los números. Ellos son los que arriban con
las velas desplegadas al resultado final. Son de por sí
magistrales y conscientes; todos retienen la luminosidad del diamante
más pulido, el que posee la calidad y la pureza del alma más
divina. Por eso, cada resultado es el trozo de alguna brillante Gran
Verdad.</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>(A Issac Newton.
Buscador de la verdad por el camino del número)</i></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-89776800141019024242012-06-18T05:59:00.000-07:002012-06-18T05:59:26.961-07:00BREVES Y MICRO ESCRITOS (I)<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Hace
dos días que circulé por una carretera de muchas curvas que
terminaba en una localidad muy tranquila; me detuve en el bar del
pueblo a tomar un café y a leer la prensa. Cuando vi la fecha del
diario me di cuenta que era el 2 de agosto de 1956. La sorpresa es
que en ese día aún no había nacido, y encima podía leer el
periodico y hasta tomar café. </span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">No
pienso ir al loquero, simplemente, porque todo lo escriba como yo
quiero.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">------
0 ------</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Empezó
el fútbol lleno de gradas apasionadas, de los veintidós que
persiguen el cáliz de una pelota. Se alcanza este grial con
griterio y correteando por un prado verde con una constante obsesión
geométrica en la cabeza: el cuadrilátero. </span></span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Lo
sé, porque a veces he manoseado los manguitos de un futbolín.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
<br />
</div>
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">------
0 ------</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
dios bondadoso ya no está en el cielo lleno de estrellas de
multicolores. La divinidad se ha mudado al altar celestial del parqué
bursátil, al paraíso de todas las plegarias donde se ora a diario el
peso del oro con ojos bien extasiados. En este nuevo cielo, es donde
por gracia divina muchos de sus rezos terminan con el culo al aire,
ya que el brillo del dorado finaliza centellando en otro bolsillo
debido a que son mejores las plegarias, además de estar resueltas con más convicción.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">------
0 ------</span></span></div>
<br />
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Llegó el calor en el
isla: los gatos están panza arriba, el perro duerme plácidamente
debajo de una sombra, y yo remojo los pies en un cubo con agua.
Mientras lo anoto, pienso en cómo me atrae lo siguiente que
escribiré. Ya tengo interés por lo que todavía desconozco. El
resto son pamplinas.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-86135287193776696332012-03-25T15:47:00.002-07:002012-03-27T11:32:12.302-07:00QUINCE AÑOS<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"> <span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"> </span></span></span></span><br />
<span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;"><i>Palabras de amor sencillas y tiernas, no sabíamos más, sólo teníamos quince años...</i></span></span></div><br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;">Hoy, esa quincena es una canción con tambores lejanos. Los de aquel año que no pasaba nunca, en el que se deseaba tener los dieciséis, o incluso, tener diecisiete para tatarear a bombo y platillo que eran casi los dieciocho.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;">Aquellos días de los diez más cinco, que sumados eran los quince años. La época del beso del nerviosismo donde el rubor se envalentonaba con el temblor; y que sin saberlo entonces, nos quedaría de cometa por el universo del recuerdo trepado a la memoria y a la magia del sabor. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Miriam Fixed, monospace;"><span style="font-size: medium;">Tanto ha sido su hechizo que es una preciosa tonada. La balada que tiene el encanto minucioso de la rachas del tiempo por la que viaja la vida tantas veces pasteleada, y otras, con creces devorada. Y todo empezó desde el cinco más cinco más cinco, que sumados, compusieron un tatareo armónico debido al candor de que sólo teníamos quince años; además, aún no sabíamos más.</span></span></div></span></span></span> </div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-14747355860929201722012-02-29T08:45:00.000-08:002012-02-29T08:45:41.697-08:00ANTONI TÀPIES<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"> <span style="font-family: Segoe UI, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Has sido el de la imaginación con la plástica del garabato; el meticuloso pincel que ha rayado de visuales baladas el mundo alternativo, descorchando el tapón de la caverna humana por la que se entra a diario por un túnel aún más subterráneo. Y sobre los railes de ese subsuelo, desde ese metro urbano y veloz de la mente, en cada recorrido, le has dado un puntapié y un arañazo al mundo de las apariencias de la superficie.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"> <span style="font-family: Segoe UI, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">R.I.P.: (R)evélate e (I)nsiste en el (P)ortazo.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-3858513082593335682012-02-29T08:41:00.001-08:002012-03-01T07:55:56.650-08:00WITNEY HOUSTON<span style="font-family: Corbel, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman;"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Corbel, sans-serif;">Cantaba como un pajarito desde la rama más alta. Cada tonada era la música completa de una enciclopedia porque afinaba los registros de la melodía de todas las octavas, recorriendo con su voz páginas sonoras de notas con la textura de un zumbido y pose de una clave de Sol. </span> </span></div><span style="font-size: small;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Corbel, sans-serif;">Pero un día, se desplomó de su rama de altura y su bonito plumaje se sumergió en un charco de lodazal, en una poza de adicciones con sonidos desentonados. Se hundió con su vestido de gasa y terciopelo en las piltrafas de las emociones que saben a mugre desafinada. </span> </span></div><span style="font-size: small;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Corbel, sans-serif; font-size: small;">Quedó fulminada por la caída, y sumergida en el brebaje de bañera, ni tuvo tiempo para gemir su última melodía ni para estirar sus alas blancas y hacer resonar con ellas el acorde lento del "requiem" de un adiós.</span></div><span style="font-size: small;"> </span></div></span><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Corbel, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></div></div></span><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"></div></div></span><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div></div><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-89597519871919422322012-02-21T05:37:00.002-08:002012-02-29T08:38:29.405-08:00LA TESTA DEL GOYA<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>"La ficción vive su gala recibiendo un cabezón, y la realidad, vive su desgana soportando un coscorrón".</i></span></span></div><br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">En la alfombra de una hojilla relato mi sainete y, simultáneamente, sobre un paño carmesí, desfilan los fotogramas de los que llevan trajecitos a medida y colorines en su telar, posando con el glamour de la sonrisa sin tener ninguna prisa. Llevan los pelos recompuestos por si hay que tener el foco delante, mostrando una soltura impresionante. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">En realidad, esa alfombra es de quita y pon, como mi cuartilla, que hasta puedo escribirla con la escobilla. Es un tapete con el color del carmín encendido y que, combinada con la vanidad, se puede interpretar con total naturalidad.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Esta función, fascina a cualquiera desde el patio de butacas, pero escama ver tanta esterilla para caminar con paso de alfombrilla. Y todo es, simplemente, para recibir a un cabreado cabezudo, al que cada año se le viste de gloria y que se regala como la testa de Francisco Goya.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-88212381142369012152012-02-18T07:29:00.001-08:002012-02-19T10:58:47.907-08:00UNA VIÑETA CON HISTORIA<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span lang="ES"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><strong>"La historia siempre ha estado batida con la espumadera de la humanidad".</strong></span></em><br />
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Cuando aquí se llamaba Iberia, cuando esto era el no va más de un edén y con la leyenda negra de ser la cola del mundo, donde rezaba aquello de "non plus ultra", vivía un tipo muy peculiar con ideas de jefe. Era un hombretón que había llegado desde la Galia, después de pelearse con la hija de Atlas, que se parecía a una cordillera con picos de nieve, con cara de cremallera y llamada Pirene. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">La montañosa dama, le puso muy peliagudo el acceso al paraiso del fin de la Tierra, y para más dificultad de aquel fornido hombrón, ni siquiera existían unos forrados zapatos para hacer la travesía entre los picos de ella. No disponía de unos engomados "gorila", ni mucho menos de las botas "perdigueras" que, con seguridad, le habrían mitigado la caminata montañera. Estos implantes podales, sólo serían vistos por la finca de Iberia mucho después de la era de Pablo y Pedro Picapiedra.</span></span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Este señor de aventuras, con trazas de ser un mito espartano, se convirtió con el tiempo en el rey de todo el paisaje más su fauna. Una vez establecido como soberano, peleó contra quien quiso y así como le vino en gana; sobretodo, cuando el que llegaba lo hacía en alguna barcaza, o aparecía a nado, exhausto y arrastrado. Entonces era cuando lo remataba de un buen estacazo.</span></span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Un día, el destemplado hombre ya transfigurado a majestad, se echó una novia, y con ella se lo montó por los cerros de Úbeda para tener descendencia, disponer de una prole a fin y abundante. Su espartana señorita, parió sin descanso en todos los capítulos, y le gestó todo un imperio para el futuro. De este modo fue como empezó la gran casta de los Íberos, aún no asociados por entonces a los ancestros Americanos. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Porque esto sucedió después, ya pasado algún tiempo de los partos y embarazos, y una vez organizado el desorganizado rancho de la cola del mundo. Por entonces ya brotaban unas elevadas siluetas de castillos de piedras y se habían extendido plagas de abadías, donde se murmuraban algo más que rezos entre sus muros. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Pero antes de salir en tropel a cruzar la barrera del mundo del más allá, de cruzar el océano a oscuras buscando minas de oro y collares de perlas preciosas, las progenies de los cerros, tuvieron que echar al mismísimo islam; e incluso, hacerlo con cajas destempladas, empujando a los moriscos estrecho abajo con sus sarracenas, que tapadas, miraban con estupor a las destapadas.</span></span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Todos aquellos Íberos de la camada del rey siempre fueron importantes, porque aliñaron en cada época una gran ensalada. Hasta hubo un tiempo, que esperaron a escondidas a los romanos que se presentaron de sopetón por tierra, por unas vías que empedraban a diario como hormigas. O, ante su sorpresa, los vieron de pronto arribar por mar, con unos navíos que llegaban donde querían con la precisión de un GPS. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Y aunque les pesara a los Íberos bravucones, los de Roma, finalmente se quedaron varias centurias debajo de los olivos y sin visado alguno, sembrando pinos y lamiendo el cucharón de cada olla por donde pasaban. Incluso, esos tipos batallosos que parecían unos arquitectos, se fotografiaban con cara de cetro de mando, desplegando su pomposidad por toda la propiedad del filibustero, nuestro coloso hombretón, llegado y arañado por tanta roca de la puntiaguda diosa. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Sin ningún escozor, los de la loba romana, se hacían a sí mismos una excelente publicidad que colgaban en todas las vallas visibles de la vieja Iberia. Y mientras, los hijos de los hijos de la de los cerros que están mirando al Guadalquivir, entre Úbeda y todos sus alrededores, se tenían que chupar el dedo o bien plegarse a su credo.</span></span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Por aquel entonces, fue cuando lentamente empezó asomar el futuro, pastoreando de aquí para allá los de la trashumancia estacional, que sembraban por las cunetas flores y tomillos. Y resultó que el jardín colorido de Iberia, ni era la cola del mundo ni la mejor hazaña ocurrida. Sino un plato más en el festín de la verbena que ha ido desfilando sobre el escenario de cada imperio que ha nacido. </span> </span></div><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> <span style="font-size: medium;">Y esta viñeta, que dibuja y que recrea a lápiz la guinda del nuestro, de su emporio lleno de luces y de sombras fiesteras, y con un brindis a su hegemonía o a su vasallaje, se apunta a concluir, que desde la remota inspiración de un fragmento con casi nada esbozado se puede ingeniar casi todo insinuándolo. Poner el modo “play” cuando sea, y decir, además, acelerando la conclusión, de que sí hay mucha tierra más allá de aquí. Que en todas partes hay arena y pedregal; tanta, como imaginación se elucubre en una página de historia oficial.</span></span></div><br />
</span><br />
</div><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.96cm;"><span style="font-family: Kalinga; font-size: medium;"></span> </div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-13026887017291796422012-02-16T15:40:00.003-08:002012-02-16T15:41:56.887-08:00LOS ENTRESIJOS DEL MICRORRELATO<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Meiryo UI, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El "microrrelato" es la manera de contar un suspiro empleando cuatro letras y dos centímetros de ingenio. Con ello, se monta una historieta que nada más empieza a rodar se le hunde una púa de aguja de hacer calceta, para que se desinfle como un globo. Porque en cada relato con el finiquito de "ya está", nada más se contará a continuación, ya que no existirá una siguiente inspiración. De esta manera, queda impreso de seriedad el formato más enano de la solemnidad.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Meiryo UI, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Incluso, hasta parece que lo escrito es la fórmula de una ecuación que hace prodigios, a pesar de que se sabe que con él jamás se llegará a La Meca; sin embargo, con un arte de conlleva mucha magia, se le involucra un final de sorpresa y mueca. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Meiryo UI, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">Todo este misterio es debido a una muerte súbita o al más noble haraquiri oriental, pero con una aureola colosal para que se lea como muy trascendental.</span></span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-33516604550363706352012-02-16T15:36:00.002-08:002012-02-16T15:36:47.873-08:00EN FEBRERO<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Euphemia, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Me dejé llevar por ese día de invierno con el nombre de santo y su tradición. Pero, sobretodo, me dejé impresionar por la mirada que presentí de arrebatadora pasión. Y fue un completo error: sus ojos no se posaban en mí. La mirada con semejante ardor era para otro, para el tipo de al lado, el de la otra mesa; y el vecino, era un títere comediante y embaucador que poseía el arte teatrero del enamoramiento.</i></span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Euphemia, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><i>Me levanté de mi mesa desolado, pagué lo consumido y salí a la calle. Entonces me di cuenta que no se borraba de mi mente aquella forma apasionada de mirar. Así que decidí que volvería al bar para comprobar si ella también lo hacía alguna vez; aunque, a mí mismo me dije que solamente iría a ese café cuando no fuera un catorce de febrero. De esta forma y con tal decisión, conté que tendría trescientas sesenta y cuatro posibilidades anuales, y que además, el año que fuera bisiesto, dispondría de una más: de trescientas sesenta y cinco jornadas para impresionarme de nuevo con una mirada tan embrujada.</i></span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-77093626698995946672012-02-16T15:34:00.004-08:002012-02-29T08:47:43.775-08:00A CHARLES DICKENS<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Palatino Linotype, serif;"><span style="font-size: medium;">Hay hollín y betún en su cara conmovida. Con una ojeada, observa el instante con la precisión de un relojero. Todo lo que ocurre en ese segundo desaparece en medio de miles de páginas fotografíadas con un obturador de frases, y después, reaparece revelado a color en medio del tiempo, recuperándose todos y cada uno de los momentos estremecidos.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Palatino Linotype, serif;"><span style="font-size: medium;">Mientras sucede, una farola parpadea debido a que su candil está mal colocado, y por la calle cae el chirimiri de un plomizo febrero al que ya le han pasado doscientos años por encima.</span></span></div><br />
<div align="CENTER" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Palatino Linotype, serif;"><span style="font-size: medium;">(Siete de Febrero de 2012)</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-29082009904625085022012-02-16T15:33:00.000-08:002012-02-16T15:33:16.133-08:00UNA HAZAÑA<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Estaba asustado pero a la vez confiado. El comandante del Boeing 747 y su copiloto yacían desmayados en el suelo de la cabina de mando, pero yo tenía muy claro, en aquel sobrecogedor instante, que debía aproximarme a la cabezera de la pista y aterrizar la nave. Hice algunos malabarismos con mis dedos de la mano derecha por los paneles de control, moviendo palancas y tocando botones; incluso, hasta giré un artilugio como si pusiera a un reloj en hora punta. Con la mano izquierda, mantenía sujeto una empuñadura que desplazaba con una soltura impresionante.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Instantes después, me encomendé a todos los dioses posibles y aterricé el Boeing. Lo hice entre unas luces en línea y unos colorines de sirenas que seguían la estela del avión. Por estos detalles supe que había rodado correctamente por la pista, que había detenido la aeronave y despertado en mi cama.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-13495947219867420142012-01-30T08:22:00.007-08:002012-06-11T09:36:17.683-07:00LOS RENGLONES DE LA BELLEZA<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;"></span></span><br />
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;"></span></span><br />
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;"></span></span><br />
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;"><div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">Me propongo narrar la belleza con palabras y confabulado con ella construirle unos renglones. Sólo la improvisación podrá lograrlo, ya que con un bolígrafo solitario lo presiento como un teatro sin escenario.</span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">Es la hora de devorarla con hambruna y de glosar su figura desde la estación de tren más oportuna, y subido a un vagón recorrer los perímetros de su marco, observándola fuera del cuadro de la ventanilla con las formas del color y en el abanico que da la horquilla de la mirada.</span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">En la búsqueda itinerante de su panorama veo como se levanta el telón de su criptograma, y como todo parpadea sin ningún programa. Es el demiurgo que se derrama improvisandola, que la rebosa de delicadeza por donde ella rezuma.</span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">Oigo en su brote, como la armonía se mueve con la danza de la estética, y con voz que proviene del fondo de un glotis, canta en un trazo que le da la forma de lazo. Ahora es cuando entiendo a los que con arte quieren llegar a este instante, creando un mundo alternativo en el que siempre estén vivos.</span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">Transfigurado por lo visto, me detengo en su Torre de Babel y me apeo del convoy de mi papel haciendo una raya por la página, la cual vuela con la lucidez de un chamán; y en una hoja de cartulina la detengo en una frase andarina. Es aquella que dice que la belleza es un presagio y que es oída en el paisaje como un adagio; es la que explica que es perseguida en cada detalle, incluso como antojo por la calle. </span></span><br />
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Byington;"><span style="font-size: medium;">Esta máxima difuminada se encuentra ya confabulada y con capricho, entre la frescura de los renglones de lo dicho.</span></span></div>
<br />
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<br /></div>
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</span><br />
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<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
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</div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-71745187473587993152012-01-30T07:33:00.000-08:002012-01-30T08:25:45.273-08:00EL VUELO DEL ÁGUILA<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>Cuando tenía treinta y nueve años y un día, algunas veces a la semana subía a una loma y siempre lo hacía en horario de tarde; debajo de aquella pequeña colina se extendía un valle encantado. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>Era un lugar por donde bajaban águilas a revolotear, y recuerdo cómo me inspiraban sus alas extendidas merodeando por las alturas, describiendo unos vuelos que me inspiraban otra manera de circunvolar. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Por entonces me gustaba decir, a mi manera, cómo eran sus aleteos y cómo se podía también levantar nuestro despegue. Me embarqué a planear, con solemnes hilos argumentales, cómo maniobrar en cada alzada.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Ahora tengo cincuenta y cuatro años y dos días, y resulta que vivo en el nido de las águilas, así que he llegado a la guarida de su secreto.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>Aunque una fascinante incógnita ya había conquistado por entonces y estaba en todo lo que aprendí de cada una de las personas que conocí en aquella loma. Ellas, sentados frente a mí, en un mosaico de miradas ya planeaban por las alturas; además, me desgranaban cada palabra que decía con visión especial y cada una de las frases era anotada con delicadeza y fino oído. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>Aprendí tantas cosas que lo llegué a ver casi todo desde arriba, también en rasante y hasta en picado; finalmente, hasta lo vi al completo y al revés. Fue porque me convertí en un especialista de turbulentas acrobacias observando a las personas y a las rapaces. Así fue como desenterré lo que más me importaba: el camino al interior apartándome de manadas y consignas. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Por ese camino y en aquel monte me reinventé; fue posible porque ellos, previamente, me habían inventado a mí. Resurgí del barro como si de una creación del génesis se tratara y me levanté impoluto y decidido a ir a mi aire. Contra viento y marea salí de la gama de los grises, de esa tonalidad por la que se desliza gran parte de la vida más corriente.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Desde la cima de aquel valle encantado supe que la imaginación era en realidad un puente que lo conectaba todo, que unía en arco iris el alma y el cuerpo. Lo supe de sopetón justo antes de subir una de aquellas tardes al cerro, por simples detalles del águila que volaba en el espacio del cielo interior. Desde aquel momento quise ser un aprendiz de alumno y sentarme en una silla, así lo anoté en mi cuaderno y lo registré en el plan de vuelo de aquel cielo de la tarde, entendiendo, a partir de entonces, que cada brisa que hallaba me enseñaba al genio que edifica todo el universo pendiente por crear, y del que yo, no tenía ni idea.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>Desde entonces, todas las cosas las he observardo subido a la colina del interior, saltando al vacio del valle y extendiendo las alas para vencer la resistencia de la inseguridad. Hoy, si de pronto estoy en pausa, detenido sobre una roca de acantilado, es que me entretengo con los malabarismos del silencio desde alguna cota. Tales habilidades aprendidas de esa observación, son, en definitiva, saber permanecer callado sin buscar argumentos más que la quietud, escuchar lo que se oye con más coraje, e interpretar con sigilo cada melodía que suena aunque no me guste. Porque fue allí donde entendí el arte que hostiga a ver la obra que se llama la reflexión. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Y toda reflexión al no ser una obligación siempre crea panoramas únicos para el espíritu, antologías en cascada que descifran el enigma del entender. Por lo pronto, con esa técnica he dominado algunos detalles importantes, como saber barrer los deseos que sólo son el polvo de unas estrellas volatilizadas en el cosmos de las fantasias.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif;"><i>También aprendí que desde la madriguera de un águila, o incluso desde el puerto de un marinero, se rema o vuela en la misma dirección, sea moviendo plumas o surcando balandros. Se entrelazan las amalgamas de las miradas de todos con complicidad por ir juntos hacia el mismo destino y por la misma ruta de navegación. </i></span> </span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Hoy, que ya quedaron atrás todas las religiones de alcantarilla y me he apuntado el viento del Embat, a ese corriente que trae la brisa desde el mismo mar de la vida, ya entiendo de la idea colosal de disponer de un alma intemporal, que desplegada con dignidad, sobrevuela como águila el sentido de la universalidad.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Igualmente ya entiendo de los sonidos que van más allá del morse, y de las miradas entre los árboles que desprenden la consciencia del bosque, y que sorprenden a todos los ojos que en él penetran. Incluso, ya sé hasta de hadas; a veces, tengo a muchas delante sentadas. Cada unidad interiorizada de esta manera, da alas a la libertad porque contiene todos los tonos de la diversidad.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Con tanto revoloteo, todo lo que digo ya lo improviso, y hasta persigo desde las alturas cualquier panorama con el que pueda escribir sobre un detalle, buscando el apunte final que me permita hacer de lanzadera para llegar así al siguiente repertorio, para saltar al abismo sobrevolando el interior.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Malgun Gothic, sans-serif; font-size: large;"><i>Y aunque ahora todo ha cambiado y se ha transformado, continuo imaginando mi aguilucho, continuo volando con inventiva acrobacia y desde la loma de otro valle encantado, surco el cielo con esa paz que me da tener todo el sustrato condensado de mi ruta de vuelo en el álgebra de la memoria.</i></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-24525812619414967812012-01-08T11:07:00.001-08:002012-01-10T12:57:11.456-08:00TIENES UNA CARTA<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>No te escribo para hablarte en versión manuscrita de la película "Tienes un email". No se trata de involucrarme en la piel de Tom Hanks y tú en la de Meg Ryan, para que ambos interpretemos los disgustos de cada día en la pantalla grande y, simultáneamente, actuar con gusto refinado en las escenas nocturnas, debido a la sorpresa de unos emails aparecidos en la pantalla pequeña de un portátil. Ni tú eres la rubia Meg ni yo el ricitos de Tom. Más bien, eres la mestiza de pelo negro, y yo, el cartero que escribe cartas y que las reparte dos veces al día como unas tartas que llevan, además, algunas nueces.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Tampoco la carta la hago como una primicia para las redes llamadas sociales, ni para un bloc que ahora le dicen "blog", perfectamente compuesta y tabulada en otra pantalla plana; tampoco la transcribo para colarla en el email que nunca revisas. Hasta la fecha jamás te he enviado un correo electrónico como los de la película, para que, al abrirlo, se creen las espectativas de unos días de cine desde donde imaginar húmedos besos en el parque.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Esta la redacto para el otro buzón, para el cajón y para la misma ranura por la que entraron cientos de ellas, porque la de ahora es parecida a aquellas. En todas nunca te he puesto una frase que haya copiado porque era bonita, porque decía lo que no sabía expresar, o era la forma perfecta de contarte lo que sentía. Todas han salido narradas desde el bolígrafo que tengo con la mina metida de la inspiración. Nunca un "te quiero", que después ha sido devorado por la misma vida, lo he pegado desde otro original.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>A estas letras de ahora, las deslizo tomándome un café; después, dentro de un sobre, las repartiré con mi cartera de cartero, que además es de cuero, y lo haré con gusto y salero. Cuando escribo tomando el café, exagero, y me reitero con lo que concuerda. Lo hago tantas veces como pueda, y al ser para tí, aún más me esmero al ser tú lo primero. Desorbito las palabras, inflo las terminaciones y enfatizo los finales sin preocuparme si es lo apropiado.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Nunca me ha importado, así que de nuevo te escribo como en los viejos tiempos, aquellos en los que lo hacía a pares cada día, yendo de corrido, atiborrándote de folios por ambos lados, sin detenerme, y sin consultar una palabra o una norma. Siempre llegándote como la caballería montada, o como un bárbaro desaliñado que aparece con su hacha de entre la maleza. Ni antes ni hoy, consulto más allá del corazón; además, él siempre ha ido más rápido que el bolígrafo, acelerando la respiración y cambiándome la previsión.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Pero esta mañana trato de ir más sosegado, componer mis sensaciones de maneras menos brutas, y me recreo con ellas y en la calma emocional que me permite el paso del tiempo. Él me dá otra perpectiva, me muestra esas rayas que convergen en el horizonte de nuestra vida, las que han ido confluyendo mes a mes y año tras año en el calendario de la cocina.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Sé que no esperas cartas como esta porque crees que ya te las mandé todas, que no tengo nada más que decirte. No es así, aquí tienes otra en tus manos; una especial que levanta la pasión adormecida e inflama de nuevo la misma verdad de siempre: que te sigo queriendo. El tiempo no ha borrado la magnitud de su hoguera ni me ha eclipsado jamás tú mirada. Han llegado los móviles y yo te sigo hablando en directo, ha llegado el "ciberespacio", y yo sigo colgado en la otra red: la tus ojos negros.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Siempre te he escrito con el bolígrafo y en un papel blanco, empleando con ellos las artes de la antiguedad, ya que es en ellas donde estás ancladas todas mis sensaciones. Como el recuerdo de caminatas apresuradas por donde a cada paso deshojábamos la magistral que era quererse. Puedo ahora evocar aquellos momentos en los que te decía que no iba a esperar treinta años para volver a verte, ni siquiera tres años, y que hasta tres horas ya eran demasiadas. Tú me preguntabas que cómo haríamos para despejar el camino que nos llevara a la unión, y yo te respondía con un "siempre seguiremos el impulso de cada instante". A todos ellos los he perseguido, sólo me he detenido en los momentos acordados, porque, el resto, los he andado sin parar.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>En todo ese devenir de pasos te he sentido en cada detalle, plegando el ovillo de lana que amontona recuerdos y experiencia. Hoy, sigues en mi alacena, en el bote de la canela fina que se mezcla en la taza de porcelana y que a sorbos se toma su exquisitez. Hoy, devoramos cada trasiego y cada deseo, buscándonos entre los arrebatos del ayer y los muebles del presente.</i></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Y mañana, nos comeremos el postre que nos guste mirando algún sol de verano. Y seguiremos hablando desde nuestro sabio arcano, desde aquel entender conquistado que, justo ahora con emoción reclamo, porque mantiene una verdad en este párrafo, el de que hoy todavía te amo. </i></span> </div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-70816178042932863482012-01-03T15:33:00.000-08:002012-01-03T15:33:14.428-08:00EL MINUTO UNO<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">En el principio del minuto uno saltan los tapones de champán en Oriente. Es por el Pacífico donde empiezan a volar los corchos que declaran la llegada de un nuevo tiempo. Ahí comienza el año con un ritual espumoso que, con coloridos añadidos, salpica con religiosidad un sin fin de sonrisas y entrega sin rubor los besos primerizos. </span></span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">Como una gran ola se levanta la cortina de las alegrías que recorren al galope de un caballo blanco todo el Planeta, de Oriente a Occidente. Un “tsunami” de esplendor y fiesta baña y reparte sin codicia millones de propósitos, anhelos y esperanzas; a esa cascada se entregan las mejillas, las manos, los labios y los achuchones, porque, en esos instante del minuto uno no se repara en gastos emocionales. Los compromisos de siempre se reinstalan otra vez en el disco duro, en los archivos que marcados con una cruz, indican que ha llegado de nuevo el jolgorio y los apretones.</span></span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Las ilusiones renacen de las cavernas del año finalizado, estirando los hilos de la emoción que son los retoques de unos deseos que fulguran a tope. Son aquellas ilusiones que brillan como luciérnagas en el minuto uno de cada nuevo ciclo, una vez puesto el cronómetro a cero. Están en el principio que siempre llega contado al milímetro, señalado con una exquisita precisión entre segundos y milésimas. </span></span><span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Están en todos los instantes mágicos de la ceremonia en los que se corona al amor fraternal de la dinastía humana, en un rito en el que resuena el órgano del coro que acompaña el canto de la misma letra de cada año, con el mismo retronar de alegre revuelo en sus voces. La retahíla de una gigantesca melodía devora la Tierra con el coro de la humanidad y con colores del arco iris de la felicidad. Son, en definitiva, los adagios de besos y de abrazos, y es cuando se proclama la universalidad de que tenemos todos los mismos lazos.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Y mientras la filarmónica de seres humanos brilla en la obertura del minuto uno, el entramado inmediato que está en paralelo a nuestra monumental alegría, nos observa con el pijama de franela puesto, asombrados y para irse a dormir; él no celebra ningún minuto uno ni siquiera el siguiente: el dos, o el tres. No tiene contabilizado llegar a un último instante del tiempo para rememorar los propósitos de la dicha una vez ya finalicen los doce sartenazos del reloj. No está en sus planes renacer en un explosivo minuto uno. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Ese universo que vive en paralelo al nuestro y que observa como se fabrican los recuerdos que se reviven bajo el embrujo de las campanadas, son las especies y los genios del verdor, son los bosques llenos de árboles, son las montañas y los valles con sus formas contoneadas. También son aquellos seres que tienen cara y pelo que les da cobijo y que nos miran con ojos observadores, como felinos muy atentos al entorno viendo nuestros temblores ante la felicidad que, como si de una llamarada de petate se tratara, tantas veces muere en cada combate.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Es el encantado Planeta Azul que resiste como jabato al resto de minutos que siguen al uno, haciendo de tripas corazón para mantenerse a nuestro lado, viendo pasar nuestro tiempo, sea de día o de noche, en el que soñamos con las metas tantas veces diluidas en aguarrás. Es el que nos observa de nuevo bailar, danzar un vals mientras nos besamos y nos amamos en el abanico desplegado del desamor. Nos mira darnos los abrazos más vertiginosos con pasos de salsa que tienen el sabor de la espuma de un cava descorchado.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Nos ve todas las esperanzas adquiridas y cómo la felicidad del brindis se diluyen cada día en la cuesta empinada de enero, la cual termina rodando sin control en la pendiente de febrero. Y cuando llega marzo, ve como la calma de la primavera nos sonríe haciendo eco entre la suerte y la fortuna, donde ambas rebotan en el tapiz de los coloridos del primer minuto. Pero, al llegar abril, estalla para dibujarse en un mayo alterado. En Junio, observa como la ilusión es que la chiripa anhelada se extienda en tropel para que cuando llegue julio y agosto nos cante hasta el anochecer. Sin embargo, una vez en septiembre, sabe que sólo nos murmura para entrar a octubre, y envuelta en la niebla del noviembre, buscará hacer la última carambola de la felicidad, porque, cuando ya sea diciembre, sólo quedarán unos días para que salten de nuevo los tapones del champán desde la ola de Oriente. Y así es como, año tras año, en el instante del minuto uno, se destapan los mismos deseos y las mismas ilusiones, que se sirven en una copa que se apura con los deseos de tener la mejor suerte.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Con este desglose del coro emotivo de la humanidad que canta en silencio durante el año, ni los Mayas podrán dar el carpetazo con el calendario del acabóse. Porque habrá otros sesenta segundos del siguiente minuto uno, donde se descorchará de nuevo el ritual espumoso de los deseos y de los abrazos fraternales. Y nuevamente, en el final de otras campanadas sincronizadas, comenzarán más besos primerizos y más deseos de la mejor bonanza y fortuna.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.89cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Que esa dicha tan deseada esté en las subidas siguientes y que no se diluya en las pendientes por bajar. Que la felicidad se sienta desde enero a diciembre, y que se huela la prosperidad entre los coloridos del verdor y en cada uno de sus animales. Que minuto a minuto lata fuerte el bienestar sin detenerse, igual que un corazón de Planeta que resiste cada palpitación. Que ella, la felicidad, esté presente en todos los siguientes minutos del año en el que escuchamos el tic-tac de su latido. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.91cm;"> <span style="font-family: Teen Light;"><span style="font-size: medium;">Hasta el abrazo y beso del siguiente minuto uno.</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-40884216453126160302011-12-30T12:44:00.000-08:002011-12-30T12:44:14.117-08:00RECITANDO LO QUE ESCRIBO<span style="font-family: Mangal, serif;">Voy a leer lo que escriba, así que lo que anote lo leeré públicamente, a ver si me queda claro con mi propio resonar. Se trata de hacer un cambio de <i>look</i>, de registro. De escribiente a leedor, de anotador a recitador.</span><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Empiezo a hacerlo, por lo pronto, y para que se oiga bien sin carrerilla, sin hurgarme la nariz y sin buscar palabras conmovedoras.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Es cómodo y sencillo dejar de imaginar, de improvisar, de componer hilos ocultos para entretejer axiomas de camino hacia alguna historia, porque ahora sólo leo, no pienso, no recreo. Deslizo con la voz lo de mi cuaderno de campo. Digo lo de un campo, para que sepáis que tengo una extensión inmensa sin escriturar ni notariar. Está aún en blanco y la he robado en Carrefour. Me refiero a las hojillas cosidas en una espiral que forman el blog. Mi suerte me acompaña, pues no me han pillado esos soniditos alarmantes que resuenan entre los muros de sensores, en los escáner del control del descontrol.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span><span style="font-family: Mangal, serif;">En el mangado libreto anoto como un exaltado escribidor, pero sin llegar al estado poético, para no pasarme de rosca, sino que lo hago entre los residuos del lirismo postizo, en la trastienda de un anticuario, aunque tampoco soy muy antiguo ni un trasnochado. Ni soy de los que miran lánguidamente por la ventana, con careto de jodido, recordando aquello de que nadie me quiere; de que en realidad no me desean y que, debido a ello, estoy cada vez más y más jodido en el revoltijo de las anotaciones, llorando encima de mis páginas sin escribir. </span></span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span><span style="font-family: Mangal, serif;">¡Me gusta, coño! Cuánta mayor cantidad de frases pongo como ésta, más me alucino de mí mismo, más deseos me nacen a seguir leyéndome. Así que sigo metido en mi lectura, recitando mis reglones torcidos, que, además, no sirven para nada. Pero los escribo porque sí, y los leo sin rubor. Es que me gusta perder el tiempo con el bolígrafo, las letras y las comas, más todas las hojas aún por estrenar. </span></span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">El éxito de esto que hago ahora, lo de leerme, no depende de construir, sino de destruir. Porque el éxito sólo empieza por "e", y con acento, y finaliza con "o", y sin tilde. No son más que dos vocales de cinco. Es tan simple este asunto de llegar a la gloria, que todo depende de cómo pegue el monigote al final de la espalda, en el culo. Pero, como la victoria es también tan minúscula, tan de nalgas abajo, que le cuelgo este "pero" para que se embarre hacia lo surrealista, y a zancadas pase a algún lumbrera que emplea el abecedario perfecto. Yo estoy hasta el cuello con el imperfecto.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span><span style="font-family: Mangal, serif;">Si soy sincero, debo deciros, que lo oído de lo que leo no me suena para nada al ritmo de una melodía habitual, porque el Si bemol chirria y el Re menor está desafinado. Así que lo mejor es meterle alguna metáfora, pero de esas que no se entienden, de este modo quedará el texto inmortalizado durante un hora. </span></span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span><span style="font-family: Mangal, serif;">Me basta, tengo suficiente con sesenta minutos. Ese lapsus es el idóneo para escribir lo diferente, una inspiradora leyenda, y recitada como una canción de Bilitis. A ella, a Bilitis, mi lectura sí le pega como balada, porque descarga erotismo, abruma con caricias en la piel y desprende sudor y jadeos. A la semidiosa griega, la que vive en la oscuridad porque es casi ciega, la recreo en medio de este fregado, y si quisiera, hasta la metería en una frase tan lárga y de página entera, y, encima, por el otro lado la seguiría. </span></span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Cuando lo haga, será cuando volveré de nuevo a leer,... a leer,... a leer...</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Esto, tal cual, hay que ponerlo así, en batería; hay que repetirlo como un loro. Releerlo, machacarlo con sutilidad y ponerle su apropiada cadencia de voz. Darle a lo mismo las veces que sea, y con una entonación que imprima alguna preocupación. Incluso, si fuera preciso, recitarlo como una matraca, y, erre que erre, ponerle en su final una ración de matarile. Sumergir todo el palabrerío en un etcétera para que se aleje de la voz, del papel, del cuaderno de Carrefour.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span><span style="font-family: Mangal, serif;">Así es como veo lo que leo: con los ojos cerrados y la voz muda, y hasta con un apetito feroz para devorar lo que sigue a continuación. </span></span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Haré, para lo siguiente, lo que dice el del bombín Sabina: pediremos la cena con velitas para dos, y a partir de aquí, entrarle por el cuello de la botella. Beber, beber y volver a beber hasta alcanzar el hartazgo del alcohol, ya que por ahí va la cosa más sublime.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">El asunto que mola a raudales es ponerse ébrio, porque es como llega la gran inspiración. Esa es la clave secreta. Aunque si bebes no conduzcas, si acaso sólo manejaré al volante las creencias de que bebiéndo y maldiciendo me convertiré en un genio con lámpara, y que, finalmente, transmutaré a botella. La alquimia se destila con el alcohol y se evapora entre sus humores y vapores. Este es el humus de la meta materia, el compost de la sustancia incorpórea, la fórmula de las fórmulas con la que se obra el milagro de componer escritura y derrochar poesía. Es una maravilla. Es fascinante cuando aparecen sin más los poemas del copón, los mejores de la transformada inspiración.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Y aquí sigo, leyendo, y por ello ya me siento emborrachado de la locura que gusta, pero envuelto en la sátira que disgusta. Así es como me las doy de lector, haciéndome pasar por un escritor. Y de esta manera, el tonto de turno, el artista verdadero, ese que no pasa de la letra "a" de atormentado, podrá decir lo malo que soy leyendo, y también, por supuesto, escribiendo.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">Gracias, encantador “a” de atolondrado, que sin entender una sola frase, has resuelto el galimatías de los vientos de mi ignorancia. Tú sabes que mis palabras, finalmente, no se parecen a las poesías. Ellas, las mías, no son más que unas alocadas y disfrazadas albarabías.</span></div><br />
<div align="justify" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Mangal, serif;">He terminado, ahora sí, de leerme.</span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-91594530004401198832011-12-18T05:01:00.000-08:002011-12-18T05:01:52.955-08:00REVELANDO A MI MUSA<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span lang="es-ES"> Escribo desde una jaima de beduino y en ella espero que llegue mi musa inspiradora. De sopetón, entra sobre la alfombra de Alí Babá, trayendo consigo una alforja con cuarenta palabras que desprenden el perfume de las hojas en blanco. Su llegada se percibe con silueta amorosa y siempre procede del sur, donde están las gotas del rocío de aguazur.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">En cada aparición por mi morada me enseña a escribir en tres bandas, y, para que lo sepáis, la que se lee es la de en medio. No es la mejor, pero es la que termino. La primera está muy por encima de esta lectura finalizada y la tercera supera incluso la primera. Diría que, paralelamente al texto terminado, por ambos laterales aparecen los contenidos de la escritura inacabable. Lo resumiría como la del manuscrito más largo jamás redactado en códigos especiales. Y en eso queda: en un papiro enrollado oculto a los mortales.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Siempre conservo en botes las ideas que me trae y macero en vinagre las frases que más me atraen; después, las guardo en tinajas recogiendo las desperdigadas migajas. Realmente, de su lírica talega saco ingredientes para una sopa, y a sorbos me lleno el buche tratando de no atragantarme ni con la equis ni con la hache. Finalmente, le preparo un desayuno con diamantes, después de una larga noche de amantes.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Lo revelo sin pudor y a ella no le importa que lo haga. Con eso que cuento no quiero dármelas de incongruente soñador ni tampoco de solitario. Tengo su compañía casi clandestina y sin dudarlo digo que es divina; además, me contagia con versos bien armados, sin descender con ellos a riñas de enamorados.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">La musa también me recalca que para escribir debo dejar de hacerlo, para que de este modo observe, y desde fuera, lo que no aparece en el texto. Su forma de decirlo me implica a hacerlo y siempre es genial y es demoledor el intento. Al ponerlo en práctica me enzarzo en palabras o abandono todas las letras, así consigo desde el principio la mitad de la solución en cada argumento. La otra mitad de la historia fluye como la sangre, borbotea como herida en la piel que tapono con pétalos arrancados de clavel.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Sé que vivo como un nómada, pero que puedo escribir como un "gentleman", como un dandi que pasea por Central Park. Agiganto la realidad y la trituro como la arena de mi desierto, provocando con ello tormentas que lo cubren todo de polvo. Todo es gracias a la musa, a ella se lo debo. Devoro cada una de sus visitas como si fuera la última y me bebo a morro todo lo suyo, devorándola como si fueran tragos de botella. La inspiración fluye cuando la musa intuye, y me derramo con ella por un paisaje de dunas doradas que las convierte en una obra de arte, recordándome, que no olvide ninguna parte.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Soy como un beduino que desde su tienda baila como un sufí, enrollando las pieles de cabra para que el sol dance a la musa de alhelí, y se recueste entre pelos de camello, que por quince rupias de plata de mohúr, hacen de descanso a la dama del sur.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm; text-indent: 1.02cm;"> <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Así es, sencillamente, como nace cada nueva gesta, tal como ahora he escrito de esta.</span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="text-indent: 1cm;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">A la musa que con alfombra visita mi jaima, enseñándome con inspiración que todo sale del alma.</span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4040327642542780821.post-1649192494954308392011-12-11T10:53:00.001-08:002011-12-11T10:53:25.376-08:00EL FIN E INICIO DE DOS<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">He asistido al fin de dos, por vía teléfonica y </span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>skype</i></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">. A la</span></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"> liquidación de su mobiliario del amor, con el hundimiento incluido de los puentes del cariño por los que se podía pasear fotografiando la lejanía. Los mismos puentes que Clint Eastwood y Meryl Streep decidieron en unos segundos si debían mantener en pie o no. </span></span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"> <span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">He escuchado en su final los estirones que han terminado rasgando los ojales, saltando en cada tirón los botones de los vestidos, igual que cuando se caen a tropicones los visillos colgados del portier de la alcoba, poniendo patas arriba la habitación de enamorados en la que tanta pasión se libera en las horas de ajustarse entre sus sábanas.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"> <span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">He sentido el desconcierto bañado con lágrimas ante ese final. El aguacero de la confusión que se genera en el alma y que se extiende por todo el perímetro de la piel, una epidermis turbada porque se esfuman las caricias que sonaban a baladas preciosas. La pequeña sinfonía de los mimos inacabables y de besos encolados, quedan despegados y en el silencio más atronador.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"> <span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">He visto como de pronto queda rezagado, igual que le pasa a la velocidad de la luz, ya que cuando una primicia se le presenta es adelantada en cualquier curva. La novedad baila con demonios llamados neutrinos, los cuales se presentan como las partículas que tienen más acelerones de pedal, dejando en ridículo el chorro de la anterior claridad enternecida. Acaban, en cualquier vuelta del circuito del querer, con el haz de las chispas del amor.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"> <span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">He comprendido que lo grande es efímero, que lo enorme es minúsculo, y que aunque al amor lo inviertas, lo coloques al revés y lo busques en Roma, es un pájaro libre que sale por la ventana cuando le da la gana. Una sopa de letras que no compone más historia que la que dura ni se estira más de lo que le toca. Caduca en un fecha desconocida, pero que también se reinventa en un código nuevo cuando menos lo esperas.</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"> <span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">He creido oportuno mencionar todo esto, porque es el fin de tantos que van a la par, a dúo de amores o de desamores. Acompasarme con sus latidos, con sus apegos del cariño de cualquier época, a la de esos tiempos donde los unicornios pastan y se ve a las perdices como si fueran unos cisnes que forman corazones con flechas atravesadas. Puntas clavadas en los ojos ilusionados de la mirada, desde donde se contempla la arrolladora sensación de haber llegado al desembarco del querer, y de ser querido. </span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0.18cm; margin-top: 0.18cm;"><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">He pensado finalmente que ahora, entre un teléfono, un "skype" y un adiós, la flecha queda descolgada de la diana de los cisnes. Pero que mañana, está a la espera de que otra corazonada la lleve al blanco, otro cruce donde recontruir un puente nuevo que conecte la línea del </span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">“</span></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>te quiero</i></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">” </span></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">con un mensajito de que “</span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>te amo”</i></span></span></span><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">. De nuevo un teléfono, lo que desconecta lo volverá a ajustar. Lo puenteará con otros mimos entre sus sábanas, y en sus cuatro esquinas aparecerá el nuevo ajuar del cariño en el inicio de dos. </span></span></span> </div><br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Vrinda;"><span style="font-size: small;">De nuevo, vuelta a empezar...</span></span></div>Anthel Blauhttp://www.blogger.com/profile/11641131145710027365noreply@blogger.com0